La inflación registrada en agosto ha traído grandes consecuencias en la economía de miles de familias mexicanas: hoy no solo el dinero vale menos que el mes pasado, sino que los precios aumentan cada vez más, generando un impacto directo en el consumo diario de las personas.

En este marco, el miércoles 21 de septiembre el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador tuvo una reunión con al menos 20 de los productores y distribuidores de alimentos más importantes del país.

El objetivo de esta reunión fue poner sobre la mesa los problemas que ha generado el proceso inflacionario en los precios; y, a su vez, considerar la posibilidad del congelamiento de algunos productos de la canasta básica. 

Aunque la mayoría de los bienes y servicios han experimentado un aumento en los precios, lo que más afecta a los ciudadanos mexicanos en mayor situación de vulnerabilidad es el aumento en los precios de los productos para la despensa.

Sobre todo en alimentos básicos para el consumo diario. Entre ellos, la tortilla de maíz, el huevo y la leche han sido de los productos más golpeados por la inflación.

A pesar de que el gobierno nacional había anunciado un plan antiinflacionario en mayo de 2022, los precios siguieron aumentando y el indicador alcanzó en agosto a su nivel más alto en casi 22 años.

Luego de la reunión con los líderes empresariales, AMLO propuso reforzar la estrategia antiinflacionaria, ya que el alza de los precios de consumo es una de sus principales preocupaciones.

Frente a la inflación sostenida, es conveniente armar un presupuesto o estrategia de ahorro que nos permita comprar productos y pagar los servicios básicos, sin gastar de más.

Uno de los sectores más afectados por la inflación fueron los productos de consumo básico. Entre ellos, yogures, leches, frutas y verduras; que llegaron a multiplicar sus precios en solo cuestión de meses.

• Compara precios y supermercados. Si estás buscando ahorrar al llenar el carro de la compra semanal o mensual,  uno de tus mejores aliados será la comparación de precios, tanto entre supermercados como entre marcas.

Puedes hacerlo de la forma tradicional, es decir, visitando varios supermercados y comprando cada cosa donde sea más barata; o  puedes hacerlo de una manera más simple: mirando los precios en la web de los mercados y comprando online.

• Elabora una lista para guiarte. Elaborar una lista con las cosas que verdaderamente necesitas y mantenerte en ella te permitirá tener tus gastos ordenados. De esta forma, cuando vayas al supermercado, evitarás comprar cosas que no necesitas.

• Comprar marcas blancas. Una tercera opción es elegir las marcas blancas de los supermercados. ¿Sabes qué es? En los mercados, es cada vez es más común encontrar productos de su marca propia, también llamados de “marca blanca”.

Lo cierto es que la calidad de los mismos ha ido mejorando con el paso de los años, e incluso muchas veces son producidos por los mismos fabricantes que producen los de otras marcas más caras.

Por eso, elegir estos productos es una buena forma de ahorrar en el carro de la compra. Ya que sus precios suelen ser considerablemente más bajos que los de las marcas más conocidas.

El aumento de precios no solo se percibe en los bienes de consumo cotidiano, como los alimentos. También han aumentado progresivamente los servicios como la luz, el gas y el agua.

Entonces, ante el aumento de precios en los recibos como por ejemplo, el de la luz, es importante identificar cuáles son los electrodomésticos que más consumen y controlar su uso. Si logramos disminuir el gasto de electricidad en nuestro hogar, podremos generar un ahorro que se verá reflejado en nuestra factura.

¿Cuáles son los productos que más gastan? El aire acondicionado, la estufa eléctrica, la cafetera, la plancha y la aspiradora, entre otros, son los artefactos eléctricos que mayor cantidad de energía consumen. De hecho, pueden representar hasta el 30% del gasto total de energía en una vivienda. 

Otra opción para no gastar de más es tener electrodomésticos con eficiencia energética. Es decir, que conlleven un menor gasto energético. Esto se reconoce en las etiquetas de los productos.

La gasolina no se ha quedado atrás frente a este aumento de precios. Por eso, que es necesario que identifiquemos cuándo es indispensable utilizar el automóvil. 

Por el contrario, el uso de transporte público resulta mucho más barato que utilizar nuestro propio vehículo. Por eso, si tenemos que viajar a lugares cercanos a nuestro hogar –como la oficina, por ejemplo– es mejor utilizar el bus. No solo ahorrarás tiempo por el tráfico, sino que evitarás un gasto mayor por el servicio de aparcamiento y/o la gasolina que conlleva usar el automóvil.

Finalmente, una última forma de ahorrar utilizando el auto es comparando precios de la gasolina. Puedes utilizar las aplicaciones de smartphone de las gasolineras más baratas de la zona. O si pasas por una ciudad donde el combustible es mucho más barato, ¡aprovecha para llenar el tanque!